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viernes, 15 de enero de 2010

Reciclando.

Después de estas fiestas, llenas de comidas, cenas, riquísimos dulces...mmmmm, los cinturones se pueden haber convertido en enemigos dispuestos a recordarnos nuestros excesos... ¿La solución? Vamos a convertir los cinturones en otra cosa, esta vez (porque seguro que habrá más), en unas bonitas pulseras.



Lo primero, los materiales: unos cinturones viejos (que no sean de tela que se deshilachan), unas tijeras, una remachadora con sus remaches (que podéis conseguirla desde dos eurillos), cuentas, hilo, cintas... cualquier cosa que se os ocurra. Y empezamos:



Medimos la longitud que queremos que tenga nuestra pulsera y la cortamos con las tijeras.



Con la remachadora, hacemos dos ojales en los dos extremos por donde pasaremos nuestro cierre (truco: haced primero el agujero y luego poned los remaches, de verdad que es mucho más cómodo). Luego la adornamos a nuestro gusto añadiendo abalorios, pegando cuentas, cruzando cintas...



Para cerrarla podemos usar cintas, cadenas o cierres, cualquier cosa es buena. Y ¡voilà! ya tenemos nuestra pulsera.

Puede que la mía no haya quedado excesivamente coqueta, pero la he hecho a las dos de la mañana (los inconvenientes de tener un bebé que te ocupa todo el tiempo), la verdad es que se pueden hacer verdaderas preciosidades.

1 comentario:

  1. Fijate que buena idea, nunca se me habría ocurrido.

    Este blog promete Nair!!!! te linkeo al mio así te tengo fichada.

    Un besote

    Mar

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